Entre 1800 y 1935, los que hacían los censos en varios países empezaron a preguntarse acerca del empleo y el desempleo para ayudar a informar a sus naciones acerca de la planeación económica. En los censos se definió a una persona como desempleada si él o ella generalmente había tenido un trabajo remunerado anteriormente, pero en la actualidad no tenía trabajo.

Desafortunadamente, la definición tenía varios problemas, tales como saber si un individuo dejó el trabajo voluntariamente para retirarse o subestimar la verdadera tasa de desempleo, dado que aquellos que nunca tuvieron un trabajo - pero querían uno - no se contaban.

Un grupo de estadísticos de E.U.A. que trabajaban en la División de Investigaciones Sociales (Division of Social Research) de la Administración del Progreso del Trabajo (Works Progress Administration (WPA)), bajo la dirección de John Nye Webb, tuvieron una mejor idea. El grupo llegó a la conclusión de que una encuesta bien hecha daría mejores resultados y pudiera ser aplicada más seguida que un censo costoso.

Dicho grupo definió a la gente desempleada como gente que no estuvo trabajando durante la semana previa, pero que estaba buscando trabajo. El grupo probó sus ideas en una muestra aleatoria pionera en 1937 - la prima muestra nacional que fue construida científicamente dirigida por la Agencia de Censos de E.U.A. (U.S. Census Bureau) y la primera en incluir intervalos de confidencia en los resultados reportados. La definición de gente desempleada dada por la WPA funcionó bien y luego se convirtió en la definición internacional estándar después de haber sido adoptada por la Organización Internacional del Trabajo (International Labour Organization) de las Naciones Unidas en 1954.

Sin la estadística los gobiernos no entenderían los datos clave acerca de sus economías y la gente no sabría cuando ellos están desempleados.

Traducido de http://www.statistics2013.org/2013/05/14/statistics-tracks-economic-health/